En lo que puede describirse como un impresionante progreso a favor de los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU) en Ginebra. Colombia presentó una Declaración Conjunta durante el Debate General (Punto 8 de la orden del día – Seguimiento e implementación de la Declaración de Viena y el Programa de Acción) en la que se hizo un llamado a los Estados a poner alto a la violencia, las sanciones penales y aquellas violaciones de derechos humanos relacionadas, basadas en la orientación sexual y la identidad de género de las personas y en la que además, se instó al Consejo de Derechos Humanos a atender estas importantes cuestiones de derechos humanos. La declaración fue entregada en nombre de un grupo grande de 85 Estados de todas las regiones del mundo.
La declaración contó con el apoyo del grupo más numeroso de países que haya habido hasta la fecha para apoyar el tema de la orientación sexual, la identidad de género y los derechos humanos. Esta declaración se fundamenta en una similar entregada por Noruega ante el Consejo de Derechos Humanos en 2006 (en nombre de 54 Estados) y en otra declaración conjunta entregada por Argentina en la Asamblea General, en 2008 (en nombre de 66 Estados). Está claro que cada vez que se abordan estas cuestiones hay un aumento cuantificable en el apoyo por parte de los Estados.
Durante el mismo debate general, en una intervención entregada por Nigeria y en nombre del Grupo Africano, se reafirmó el punto crítico de que las "leyes que penalizan la orientación sexual deberían ser abrogadas". Otros Estados Miembros y entidades de la ONU, por ejemplo, la Federación Rusa y la Santa Sede, también se pronunciaron en contra de la violencia y la discriminación basadas en la orientación sexual de las personas. Sudáfrica, Estado signatario de la declaración conjunta, subrayó en una intervención aparte que la orientación sexual no es una cuestión nueva para ese país, e hizo un llamado a realizar un proceso intergubernamental para asegurar un diálogo abierto sobre esta cuestión.
Durante este 16º Período de Sesiones del Consejo de Derechos Humanos, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas por los Derechos Humanos, Navanethem Pillay, dirigió al Consejo las siguientes palabras:
“No estamos tratando de crear derechos nuevos o especiales. Simplemente, tratamos de dar atención a aquellos retos que impiden que millones de personas gocen de los mismos derechos humanos que sus congéneres humanos sólo por el hecho de ser lesbianas, homosexuales, bisexuales o transgénero.”
Una poderosa declaración de la sociedad civil fue entregada en nombre de 119 organizaciones de más de 60 países que acogieron con beneplácito la Declaración Conjunta. La sociedad civil también instó al diálogo futuro dentro del Consejo, con el apoyo de aquellos Estados que aún no se sintieron capaces de unirse a la declaración, pero que comparten la preocupación de la comunidad internacional frente a estos abusos sistémicos a los derechos humanos. Reiteraron, además que el Consejo no puede negarse a atender o a discutir las violaciones de derechos humanos en contra de las personas, cualesquiera que éstas sean.
Un grupo de 19 Instituciones Nacionales de Derechos Humanos, incluyendo las de Corea, Senegal y Sudáfrica, también entregaron una fuerte declaración sobre la importancia de condenar los abusos de derechos humanos basados en la orientación sexual y la identidad de género de las personas. Dichas instituciones son importantes en cuanto a atender las violaciones de derechos humanos – incluyendo investigar las denuncias, revisar las leyes y políticas, realizar sondeos nacionales y promover la educación al público – para proteger y promover de una mejor manera los derechos de las personas LGBTI.
La Declaración Conjunta apoya lo que los organismos de derechos humanos de la ONU han expresado una y otra vez: que ninguna persona debería padecer violaciones a sus derechos por causa de su orientación sexual e identidad de género. Desde aquél pronunciamiento histórico, de 1994, en el Comité de Derechos Humanos de la ONU, en el que se afirmó que la orientación sexual es un punto protegido en contra de la discriminación, los expertos de las Naciones Unidas han actuado en repetidas ocasiones contra los abusos (entre otros, asesinatos, tortura, violaciones sexuales, violencia, desapariciones y discriminación en muchas áreas de la vida) que eligen como blanco a las personas LGBT. Los órganos de los tratados de la ONU han hecho llamados a los Estados para que se ponga fin a la discriminación en las leyes y políticas. El Comité de Derechos Humanos está encargado de vigilar que los Estados Partes cumplan con el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos.
Mayor Información: http://www.radioreflejos.net/noticias/notas.php?indica=1348
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