El término eyaculación
originalmente hacía referencia únicamente a la expulsión o emisión de semen a
través del pene. Ahora se sabe que también hay eyaculación femenina. Las
primeras eyaculaciones en la vida de un varón suelen producirse mientras se
tiene un sueño erótico. A esas primeras emisiones se les llama espermarquia.
Cuando la eyaculación se produce sin líquido se denomina aneyaculación.
La eyaculación suele
coincidir con el orgasmo; mientras dura el acto sexual el varón puede alcanzar
una eyaculación cada cierto tiempo, en tanto que la mujer puede alcanzar varios
orgasmos uno detrás de otro (multiorgasmicidad). Si la eyaculación del varón se
produce en un tiempo que oscila entre 30 s y 7 min, se puede decir que es
propenso a tener eyaculación precoz.
La emisión no es continua,
sino espasmódica: la primera y segunda convulsiones son usualmente las más
orgásmicas e intensas en sensaciones sexuales, y emiten la mayor proporción del
volumen total de semen. Luego, cada contracción se asocia con un volumen en
disminución de esperma y también descensos en el placer.
Durante el coito o la
masturbación, muchos sujetos tienen dificultad para resistir la tentación
psicológica de continuar ininterrumpidamente, con la estimulación glande-pene,
para llegar irremediablemente al "punto de desencadenamiento" de la
eyaculación, al momento de empezar a sentir que el orgasmo se hace inminente e
imposible de evitar. Seguramente, resistir la compulsión de continuar hace
mucho más largo el proceso coital, y aumenta en la pareja el placer de
continuar armoniosamente, hasta que la pareja llegue exitosamente a sus
orgasmos.
El semen aparece durante la
pubertad aproximadamente entre los 11 y 13 años. Es un líquido que contiene
espermatozoides y que se expulsa por el pene durante la eyaculación
No hay comentarios:
Publicar un comentario