Por: Juan Quintero Niño.
El pesar me invade cada vez
que veo en aumento las estadísticas por
infección del Virus de inmudeficiencia humana; jóvenes homosexuales,
trabajadores/trabajadoras sexuales,
madres de familia doblegadas a tener relaciones sexuales con esposos infieles,
jóvenes víctimas de acoso sexual o
violaciones, la promiscuidad como concepto de liberación, etcétera. Un
problema y factores que lo producen claramente identificados. Solución;
educación en prevención, un plan estratégico nacional, miles de preservativos con
distribución gratuita, campañas de información. Ya a este nivel hay un resultado de la suma “El VIH, acaba primero con la razón e incluso antes de padecerlo”.
Es aplaudible el esfuerzo que se hace, con las típicas
charlas de escuela acerca de ¿qué es el VIH? ¿Qué es el SIDA?, ¿que son las
ITS?, pero quien habla de ¿cómo es que
el lobo se viste de oveja?, ¿cómo es el
perro el que se puede comer los huevos del gallinero? O ¿cómo se puede
morder la mano que da de comer? preguntas muy filosóficas que podrían
confundir.
En los preescolares,
escuela, espacios universitarios y comunidad se habla de que es el VIH, de cuáles son las infecciones de transmisión
sexual, ¡claro que sí! Pero no hay espacio para hablar de que el amor me tiene
confundido, y tengo dos parejas sexuales. De que mi papa me acaricia de una
forma diferente, y él dice que es normal
pero que no se lo diga a nadie. De que tener relaciones sexuales es historia y
por eso lo debo hacerlo con muchos o muchas. Es que a veces ni espacio para
hablar con nosotros mismos nos damos.
El VIH/SIDA e ITS se frena
hablando el lenguaje de quienes lo padecen e incluso antes de que el
diagnostico sea positivo, es ese el verdadero plan estratégico. Hay que
dejar el formalismo, dejar el paso a paso. Un catalogado,
problema/situación/condición/ que viene desde abajo pretendiendo resolverlo desde un supuesto arriba.
Cada vez menos reales y poco
adaptadas son las políticas de
estado y el compromiso de algunos
miembros de la sociedad civil para tratar el tema del VIH/SIDA e ITS, hojas con formularios llenos de un lenguaje
que tiene solo buena intensiones. Un negocio
para algunos, y no solo por llenar bolsillos de dinero, sino para llenar sus
mentes de ego y espacios en las fotografías que circularán y comentarán…”buena acción”…”felicitaciones”… “ardua
labor”… etcétera.
¿Dónde está la verdadera
prevención? ¿Cuál es su espacio?
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