miércoles, 29 de octubre de 2014

El Uso de Drogas y el VIH

El Uso de Drogas y el VIH

El uso de drogas inyectables y de alcohol son factores de riesgo importantes en la transmisión del VIH. Fuera de África, el uso de drogas inyectables ahora representa 1 de cada 3 nuevas infecciones por el VIH. El equipo que se comparte para usar las drogas puede estar contaminado con los virus de VIH y de la hepatitis. Además, el uso de drogas y de alcohol se relaciona con la actividad sexual sin protección.

El uso de drogas y alcohol también puede ser peligroso para las personas que están tomando medicamentos antirretrovirales (ARVs). Usuarios de drogas tienen menos probabilidades de ser adherente a sus medicamentos y drogas callejeras pueden tener interacciones peligrosas con el ARV. El tratamiento para abandonar el consumo de drogas puede disminuir su riesgo de infección con el HIV.

La Inyección y la Infección.

La infección con el VIH se transmite fácilmente al compartir el equipo para usar drogas inyectables. Compartir dicho equipo, también puede permitir la transmisión de la hepatitis B, C y de otras enfermedades graves.

La sangre infectada puede ser aspirada en una jeringa y luego, el próximo usuario de la jeringa se la inyectará junto con la droga. Esta es la manera más fácil de transmitir el VIH durante el uso de drogas, porque la sangre infectada entra directamente en el torrente sanguíneo.

Aún cantidades pequeñas de sangre en las manos, en los utensilios para cocinar la droga, filtros, torniquetes, o en el agua para enjuagar, pueden ser suficientes para infectar a otro usuario.

Para reducir el riesgo de infección con el VIH o la hepatitis, nunca comparta ningún equipo para usar drogas y lávese las manos frecuentemente. Limpie con cuidado el equipo y la zona del cuerpo donde se inyectará.
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Un estudio reciente mostró que el VIH puede sobrevivir en una jeringa usada durante por lo menos 4 semanas. Si tiene que usar el equipo más de una vez, puede reducir el riesgo de infección limpiando el equipo después de cada uso. Si es posible, vuelva a usar su propia jeringa. Ésta también debe limpiarse porque las bacterias pueden crecer adentro.

El método más efectivo para limpiar una jeringa es utilizar primero agua, después cloro y un enjuague final con agua. Intente quitar toda la sangre de la jeringa agitándola vigorosamente durante 30 segundos. Use el agua fría porque el agua caliente puede hacer que la sangre coagule. Para matar la mayor cantidad de VIH y del virus de la hepatitis C, deje el cloro en la jeringa durante dos minutos. Esto no siempre mata al VIH o la hepatitis. Si es posible, siempre use una jeringa nueva.
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Referencia electrónica. Consultada: Sábado, 26-10-14, 23:00hrs. http://aidsinfonet.org/fact_sheets/view/154?lang=spa